Urvanity Art Fair es una feria centrada en las expresiones artísticas surgidas en contextos urbanos desde los años 70 en adelante. Por eso, para nuestra primera participación en esta quinta edición, hemos pensado que nuestros artistas Ignacio Pérez-Jofre y Luis Pérez Calvo son los más indicados: ambos madrileños –uno del barrio de Salamanca y otro de Lavapiés– y ambos compulsivos pateadores de una cuidad de la que registran, de maneras muy diferentes, hasta los más mínimos detalles.

De formas históricas en imaginarios presentes a imágenes contemporáneas de huellas pasadas. Ignacio Pérez-Jofre y Luis Pérez Calvo presentan una sucesión de experiencias que combinan la observación, el tiempo y un muy personal interés por fijar momentos concretos. Desde distintas estéticas, referencias y registros, los dos artistas se aproximan a pequeños hechos edificantes que terminan por construir ciudades de asfalto, ladrillo y chicle. En ocasiones surrealistas en otras nostálgicas, imágenes urbanas que se tocan por la aproximación viva hacia el entorno metropolitano. 

En la feria mostraremos obras de la serie “Suelos” y “Erosión” de Ignacio Pérez-Jofre, que tienen en común la utilización del frottage para registrar las tramas de los diferentes diseños de las aceras de la ciudad en la que vive. Y de la serie “Escombros”: piezas que devienen objetos artísticos que aluden a los edificios cuya destrucción simbolizan. Junto a “Unplugged” y “Chicles” de Luis Pérez Calvo, dibujos y collages realizados sobre papel encontrado como si se tratara de carteles arrancados de la pared por un coleccionista fetichista como el propio artista y que están inspirados en míticas portadas de discos (de los Rolling Stones, la Velvet Underground, The Clash, Elvis Presley, AC/DC o Los Ramones). Casi recuperando el espíritu punk de los protagonistas de la Movida madrileña, el artista se sirve de la música como hilo conductor para hacer un tributo a la cotidianeidad del momento.

Una vecindad acompañada de movimiento, texturas de la propia urbe, del aire, la suciedad y sobre todo, el tiempo, autores de algunas de las obras de Pérez-Jofre. En cierta forma, trabajos aparentemente imposibles. Tan imposibles como los escenarios de Pérez Calvo, donde las pisadas se convierten en bailes frenéticos al escuchar a Beau Brummels, Bob Dylan o The Band. Vibraciones de disparates o paradojas temporales que escenifican tiempos contemporáneos lentos frente a estímulos desenfrenados pasados. Huellas, al fin y al cabo, tan presentes en las calles, escaparates y carteles que nos permiten continuar andando, o para quien lo prefiera, bailando entre tiempos.

Para Ignacio Pérez-Jofre (Madrid, 1965) pintar observando el motivo de manera directa es como una performance. Y también una acción de resistencia en el mundo de las redes sociales, la mensajería instantánea y la postfotografía. Considera que mirar una piedra, un árbol, las texturas de la ciudad o sus paseantes es un acto de subversión. Por eso su trabajo como artista está centrado en la observación directa de fragmentos de realidad y su traducción a un medio pictórico o de dibujo.

Enfatizar la importancia de la proximidad y la experiencia del espacio y el momento específicos le impulsa a pintar del natural de forma frecuente, lo que le ha llevado a trabajar de manera muy intensa en el espacio urbano, que es utilizado como objeto pero también como sujeto de sus acciones pictóricas, pues a menudo puede encontrársele pintando en medianeras o tapias abandonadas frente a un público que, a su vez, le observa curioso.

Luis Pérez Calvo (Madrid, 1962) es un arqueólogo de la cultura popular. Su trabajo bebe directamente de la música popular urbana, del circo, del cine, de rebuscar en El Rastro, de las verbenas y los viejos tebeos.

Su obra se basa en el dibujo, que utiliza sobre soportes de todo tipo, incluyendo la cerámica; y a menudo lo combina con el collage y la pintura en grandes formatos y murales. Y en ellas se codean los Beach Boys o Telonious Monk con Superman, Batman u otros personajes de cómic; Patinir con Leo Castelli y envoltorios de chicles Bazooka o fragmentos de revistas o publicidad de los 50.