ArteSantander. Julio de 2021
De 24 a 28 de julio de 2021; Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, Stand 32
Solo project de Cristina Ramírez
De 24 a 28 de julio La Gran participa en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ArteSantander con el proyecto de Cristina Ramírez “Drowned World”
Los mundos sumergidos que se evocan en Drowned world son fruto de un trenzado temporal, pasado-presente-futuro, donde se imbrican mitos, relatos e historias pasadas, los océanos del presente y los mundos sumergidos que están por venir. A través de un tríptico “Sailor’s Valentine” y dos juegos de esculturas crea un contenedor de ideas, imágenes y piezas que se yuxtaponen para generar un relato. Una historia que no es líneal, en la que otros tiempos se insertan en el nuestro y se proyectan al futuro.
En la feria mostraremos los dibujos de “Sailor’s Valentine”, un conjunto de obras que toma su nombre de la artesanía folk, heredera de las arquitecturas del paisajismo pintoresco del siglo XVIII, decoradas a base de moluscos y fauna marina, y cimentadas en una relación absolutamente vertical entre lo humano y lo natural. Centrado en las narrativas de Ficción Rara y fantástica contemporánea que reformulan el Weird clásico, rompiendo con su sesgo geográfico, de género y raza hacia el New Weird caribeño.
Y un juego de esculturas de suelo junto a "El color quema”, un fragmento de paisaje, una colonia coralina contenida en una ojiva, que establece una relación causa-efecto con el muro: la pared se transforma en un vitelo que se rasga. La pieza forma parte de una serie en desarrollo en la que el paisaje aparece encerrado en una geometría alterada, en una huida: mantos de excrecencias vegetales, compost y detritus atrapados en llagas, pliegues y membranas.
La obra “Vínculo II” podrá verse en la calle Castelar (Santander) dentro del recorrido Visiones Urbanas. Una iniciativa de la feria basada en intervenciones artísticas en la ciudad con el objetivo de aproximar el arte contemporáneo al ciudadano. Su ubicación en distintas marquesinas lo presenta a modo de escaparate de lo que el visitante descubrirá en el interior de la feria.
A través de dibujos en blanco y negro y esculturas en resina y otros materiales, Cristina Ramírez (Toledo, 1981) presenta escenarios en los que explora la representación del terror y el horror. Sus paisajes poseen una potente carga simbólica y una cierta ambigüedad en el tratamiento espacial, alterando la percepción de los mismos y acercándolos al plano de lo imposible.
La mayoría de sus obras son piezas de umbral: presencias o espacios intermedios, fruto de la intersección de dos mundos, el nuestro y aquél otro desconocido. Su obra muestra una crisis simbólica del orden que, además, conlleva un giro en la mirada, desechando un punto de vista antropocéntrico. Este desplazamiento pone el foco en lo nimio y anecdótico de la posición cósmica de nuestra especie.
Con el mundo Lovecraftiano y sus recientes referentes Cronenbergianos sobre la “Nueva Carne”, realiza un ejercicio de resistencia estética frente a la asepsia y el biocontrol contemporáneos. Y los conecta con la defensa que hace Artaud del impacto de lo violento en el espectador como agente liberador del inconsciente o las apelaciones de Ballard a nuestras pulsiones más elementales al celebrar la belleza del cuerpo accidentado. Para Ramírez, en su materialidad amorfa, el cuerpo fragmentado y mutado por la enfermedad o el accidente deviene un agente de resistencia al sistema del mercado liberal.
Su lenguaje bebe directamente del cómic contemporáneo de Charles Burns y el cómic "underground" americano, pero también de Moebius y la "ligne Claire" franco-belga, de los mangas de Katsuhiro Otomo y Suehiro Maruo, así como de Stéphane Blanquet y la ilustración contemporánea; sin olvidar la tradición romántica del paisaje europeo y a la estampa japonesa del “Ukiyo-e”.