Espacio Líquido y La Gran participan en la feria de arte contemporáneo Estampa, compartiendo por tercera vez proyecto y stand. Con obras de Ana Teresa Barboza, Teresa Gancedo, Pablo Linsambarth, Cristina Ramírez, Juan Fernández Álava, Elisa Terroba, Josep Tornero y Job Sánchez, entre otros, con un proyecto narrativo que reimagina y cuestiona nuestra forma de acercarnos a las imágenes históricas, políticas y distópicas.

En la edición de 2022 de Estampa, en el espacio que compartimos ambas galerías, de 52 m2, vamos a explorar formatos instalativos, dando a cada artista un mayor espacio para permitirle generar ficciones y escenografías más cercanas a las que presentan habitualmente en galería o salas de exposiciones. El objetivo es que el espectador pueda conocer y contextualizar mejor su trabajo, alejándonos de los típicos gabinetes feriales. Se trata de una propuesta narrativa con carga política, social y con influencias literarias y poéticas donde nos cuestionaremos nuestra mirada ante las imágenes presentadas y su agencia. Todas las obras creadas por nuestros artistas a menudo quieren remover a los espectadores, agitarles, impactar en ellos para que tomen distancia de lo meramente formal o superficial, de lo dulcificado o afable, y nuestro deseo con este proyecto es ampliar su mente hacia nuevas formas de pensamiento, más relacionadas con la profundidad del concepto que desarrollan en sus trabajos.

Junto a los artistas citados, dispondremos en el stand de obras de Enrique Marty, María Acuyo, Noemí Iglesias, Mercedes Elizalde o Javier Rodríguez Pino.

Breve biografía de los artistas:

Ana Teresa Barboza (Lima, 1981) utiliza el tejido y otras técnicas artesanales tradicionales para transmitir al espectador una observación meditativa y poderosa sobre su entorno. Con ello busca reaprender de la labor de los artesanos para restablecer el contacto con los procesos manuales y corporales con que la herencia, la cultura y las imágenes han ido tomando forma y mostrar las huellas dejadas por el cuerpo y la naturaleza en ellos.

Teresa Gancedo (León, 1937) genera un trabajo artístico, con un estilo muy singular caracterizado por la diversidad de medios expresivos —pintura, dibujo, grabado, cerámica, instalaciones e intervenciones, entre otros— y por la incorporación de elementos cotidianos que integra en sus obras, componiendo un universo creativo tan personal como universal y tan sencillo como poderoso.

Pablo Linsambarth (Santiago de Chile, 1989) investiga las formas en las que el arte puede aplicarse a la vida política cotidiana. Para ello, utiliza sus propias anécdotas y experiencias como espacio de experimentación e investigación para comprender los distintos acontecimientos que le rodean. Linsambarth parte de lo cotidiano para llegar a lo político a través del medio pictórico.

Cristina Ramírez (Toledo, 1981) desarrolla su trabajo en el campo del dibujo y de la escultura. En su obra existe un cuestionamiento del sujeto y del mundo a través de la representación de paisaje que a menudo se deforma, rasga y pervierte al entrar en conflicto con la irrupción de un mundo ajeno, de otro orden.

En el trabajo de Juan Fernández Álava (Piedras Blancas, Asturias, 1978) se reconocen las influencias clásicas. Sus retratos ofrecen, sin embargo, un matiz de actualidad que se apoya en poses, actividades o en la propia ropa para ofrecer una idea clara de un tiempo concreto.

Elisa Terroba (Málaga, 1986) desmonta el lenguaje y los libros para volverlos a montar de forma diferente, deconstruyendo y pervirtiendo sus estructuras para así generar discursos y formas mutantes que nos recuerdan la realidad híbrida que vive en la actualidad el libro y cómo el lenguaje se ve modificado en la sociedad digital.

Josep Tornero, (Manises, Valencia, 1973) intenta trabajar ideas y conceptos a partir de imaginarios en los que introducir enigmas, abordando lo no visible desde una aproximación a la historia de las imágenes, potenciando de esta manera la idea de retorno. Surge así un interés hacia el descubrimiento, sentido éste como una experiencia visual referida a la semejanza y la desemejanza, a la figura y la desfiguración, a la forma y lo informe.

Job Sánchez (La Coruña, 1979) explora las prácticas artísticas en el espacio doméstico por medio de collages, pinturas, pequeñas esculturas y obras digitales. Investiga sobre las posibilidades de lo plástico como lenguaje, utilizando el mínimo de recursos y en constante diálogo con la historia del arte.

 Actividad realizada con la ayuda del Ministerio de Cultura y Deporte

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