La Gran participa en la feria de arte contemporáneo Marte con dos stand. El primero con una propuesta de Mariajosé Gallardo. Y el segundo con el proyecto “Fluye” de Marina Núñez, como artista invitada de esta décima edición.

La Gran presenta un proyecto de Mariajosé Gallardo en el que la artista desafía el presente con imaginarios que evocan al pasado para repensar la canonizada distinción entre alta y baja cultura. Y como artista invitada, Marina Núñez muestra una selección de sus últimos trabajos relacionadas con las interferencias entre lo humano y otras formas de vida, como pueden ser las vegetales.

Mariajosé Gallardo muestra un cuerpo central de tres pinturas de gran formato al que se le sumarán obras de tamaños intermedios generando un juego instalativo, tan característico de sus propuestas. Estas pinturas repletas de símbolos quedan impregnadas de un fuerte carácter propiciatorio o en algunos casos ahuyentador, a modo de una antigüedad palpable que atraviesa todas sus composiciones. En ellas, mezcla elementos de fuentes tan dispares como influencias del barroco, de la historia del arte en general, memes de las redes sociales o grafitis.

Símbolos siempre mezclados, modificados o yuxtapuestos, que componen cuadros donde la saturación de elementos, ordenados a modo de retablos, relicarios, vitrinas o mapas, es una constante con la que no pretende otra cosa que destruir la canonizada distinción entre alta y baja cultura.

En el stand de la artista invitada este año presentamos el proyecto “Fluye” de Marina Nuñez. Una selección de obras donde la artista reflexiona sobre cómo afectan a nuestra subjetividad y a nuestra vida las cada vez más habituales interferencias entre lo humano y otras formas de vida, en este caso vegetales. Una propuesta que se aleja del concepto de naturaleza como materia que ordenar y conquistar o como mero paisaje idílico.

Obras realizadas mediante técnicas digitales —bidimensionales impresas sobre papel o grabadas sobre latón; tridimensionales grabadas sobre cristal— configuran seres extraños, que sobrepasan nuestras experiencias de lo conocido y generan sujetos heterogéneos, múltiples, que cuestionan nuestras relaciones con la tierra y con todo lo que habita en ella, para terminar por reimaginar qué somos y cómo habitamos.

Breve biografía de las artistas:

Mariajosé Gallardo (Villafranca de los Barros, Badajoz, 1978) se considera una artista anacrónica porque utiliza la pintura y le interesa reflexionar sobre el proceso pictórico en un tiempo en el que el arte se afana por buscar otros medios. Mediante la pintura –y su disposición instalativa en muchas ocasiones– narra historias aparentemente intrascendentes, mezclando tradición y cultura actual y preocupada por temas como el poder de la imagen en la sociedad actual, donde el ser humano se desenvuelve adoctrinado por creencias, hábitos heredados y resortes de poder históricos.

Sus obras forman parte de múltiples colecciones institucionales, como las del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, el CAC de Málaga, la Fundación Focus Abengoa o la de la Junta de Extremadura. Su última exposición “Aprended, mortales, a mirar las cosas desde el cielo” de este año fue una individual fue en el Meiac de Badajoz. 

Una constante en la obra de Marina Núñez (Palencia, 1966) ha sido siempre la representación de seres aberrantes, diferentes, los que existen al margen o en contra del canon. Los cuerpos anómalos que pueblan sus obras, sus mujeres histéricas, medusas, momias, monstruos o cíborgs, a pesar de pertenecer a este territorio de lo excluido, no nos resultan lejanos sino que nos afectan e identifican. Y sus imágenes se perciben como espejos ligeramente deformados que nos sugieren que la locura o la monstruosidad son simplemente una cuestión de grado.

La obra de Marina Núñez forma parte de relevantes colecciones como las del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el MUSAC, la Corcoran Gallery of Art, The Katzen Art’s Center, FRAC Corse o Museo de El Cairo. Ha expuesto individualmente en prestigiosos museos como el Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Patio Herreriano, MUSAC, TEA y recientemente, en 2021, en el Museo Thyssen-Bornemisza, así como en galerías de Europa, Hispanoamérica y Estados Unidos.